El Gran Colisionador de Hadrones está completamente reiniciado y listo para romper un átomo récord

LHC

Poner en funcionamiento el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) fue uno de los esfuerzos científicos más complejos en los que se haya embarcado la humanidad. El instrumento tortuosamente complicado entró en línea por primera vez en 2008 y siguió rompiendo átomos hasta 2013, lo que confirma la existencia de el esquivo bosón de Higgs por el camino. Después de dos años de actualizaciones, el Gran Colisionador de Hadrones vuelve a estar en pleno funcionamiento y es más potente que nunca.

La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) desconectó el LHC en febrero de 2013 como parte de una actualización planificada que lo lleva a la potencia máxima prevista del diseño. Esto implicó reforzar 10,000 conexiones eléctricas entre los imanes superenfriados del LHC. Estos imanes se alinean en la pista circular de 17 millas de largo de la máquina, que se utiliza para acelerar partículas a velocidades increíbles antes de que choquen. Cuanta más energía se pueda poner en esta colisión, más interesantes serán los restos flotantes para su análisis. Ahora puede operar a una energía de 6,5 TeV por haz, y se espera una colisión protón-protón de 13 TeV este verano.



Hay muchas cosas que pueden salir mal con una pieza de tecnología avanzada como el LHC; de hecho, ha habido una serie de reveses a lo largo de los años, por lo que el CERN está tomando las cosas con calma cuando la máquina vuelva a estar en línea. La energía del rayo está empezando a ser baja y seguirá siéndolo durante las próximas semanas. Los investigadores esperan comenzar colisiones de alta energía que establezcan récords en mayo o junio, dependiendo de cómo se mantenga el LHC. El reinicio estaba originalmente programado para hace varios meses, pero un mal funcionamiento retrasó la línea de tiempo. Sin embargo, el LHC no es el tipo de cosas que se apresuran.





Partículas de LHC

El mayor logro del LHC hasta ahora es el probable descubrimiento del bosón de Higgs, una partícula que se teorizó hace décadas como parte del modelo estándar. Todavía hay un poco de desacuerdo sobre lo que significan los datos, pero el Higgs está más o menos confirmado, y eso refuerza las predicciones hechas por el Modelo Estándar. Entonces, ¿qué le queda por hacer al LHC? Los científicos utilizarán el nuevo y mejorado LHC para explorar el reino subatómico en busca de evidencia de supersimetría.



En los círculos de la física teórica, la supersimetría es una teoría que sostiene que cada partícula del modelo estándar tiene una partícula asociada más pesada y no descubierta. La supersimetría podría explicar muchas de las peculiaridades del universo de formas que el modelo estándar no puede. Por ejemplo, esto podría permitir a los científicos comprender finalmente la naturaleza de la materia oscura, que hasta ahora no se ha podido observar directamente.



Todavía hay mucha ciencia por hacer en el Gran Colisionador de Hadrones , pero los científicos también están soñando con su sucesor. Este instrumento podría tener una circunferencia de 60 millas y siete veces la energía de colisión del LHC. Si eso no abre un agujero en el universo, nada lo hará.